Cuando se culmina el mandato 2011/2015 de mi Equipo de Gobierno Popular al frente del Ayuntamiento de Cacabelos, quiero dedicar mi última declaración pública como Alcalde, al reconocimiento de la intensa labor desarrollada por la mayoría de los funcionarios y trabajadores municipales que compartieron con nosotros su trabajo durante estos 4 años, en sus respectivos cometidos dentro de la administración municipal:
Es mi deseo que todos reciban desde estas líneas, mi más sincera gratitud por su entrega, dedicación y sacrificios puestos a disposición de los ciudadanos del Municipio desde el primer momento, junio de 2011, donde ni siquiera estaban asegurados los pagos de los salarios de todos los trabajadores, ante la bancarrota heredada del último gobierno socialista.
Sin vuestra inestimable colaboración, la intensa labor realizada en el Mandato 2011/2015 que hoy concluye, no hubiera sido posible. Bien es cierto que, muy a mi pesar, este esfuerzo colectivo de los empleados municipales no fue unánime por parte de todos los que viven y se deberían dedicar al servicio público; pero la memoria colectiva de los ciudadanos colocará en su lugar a quienes, en vez de dedicarse al servicio público se dedicaron a extorsionar y boicotear la acción de gobierno de los representantes públicos.
Pero es tiempo de gratitud y no de reproches, por lo tanto reitero mi agradecimiento a todas las personas que han colaborado con este Equipo de Gobierno que me he honrado en presidir, ya que sin vuestra colaboración nada de nuestro proyecto regenerador del Municipio hubiera sido posible.
Una vez más, mi sentido de la responsabilidad me impide ofrecer un vino español, como era costumbre, para materializar este agradecimiento personalmente. Pero la austeridad que ha regido mi alcaldía me obliga a irme como llegué.
Asumí mis responsabilidades con una mochila vacía de obligaciones pero llena de compromisos y proyectos; me voy con ella vacía de responsabilidades, llena de satisfacciones, agradecimientos y amigos.
En palabras de Antonio Machado: …Y cuando llegue el día del último viaje / y esté a partir la nave que nunca ha de tornar, / me encontraréis a bordo ligero de equipaje, / casi desnudo, como los hijos de la mar.

Gracias, a muchos por tanto.

Adolfo Canedo Cascallana
Alcalde de Cacabelos