DL | PONFERRADA

El alcalde de Cacabelos, Sergio Álvarez, acudirá hoy a los juzgados ponferradinos para prestar declaración por un presunto delito de prevaricación administrativa. Una toma de declaración en la que deberá de dar explicaciones por la denuncia presentada por el interventor del Ayuntamiento de Cacabelos, Adolfo Uría, a quien se le habría negado la reincorporación a su puesto de trabajo tras haber causado baja el pasado mes de agosto, a raíz de la denuncia formulada contra él por haber, presuntamente agredido, tanto verbal como físicamente al primer edil cacabelense.

El regidor que acudirá al juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 8 de Ponferrada en calidad de investigado, ofrecerá su versión de los motivos que le han llevado a tomar esa decisión desde que el pasado 12 de enero, Adolfo Uría reclamase su reincorporación a su puesto de trabajo.

Sergio Álvarez ya adelantó que ante el juez se limitará a explicar lo que ya ha comunicado a la Junta de Castilla y León, donde Adolfo Uría tiene un expediente sancionador abierto por los hechos acaecidos el pasado verano. «Lo que voy a declarar es que este señor, contra el que personalmente no tengo nada, cogió el alta sin haber pasado por una revisión de Asepeyo. A mi me agredió y ahora ha seguido viniendo amenazante a primera hora al Ayuntamiento. Y yo lo que pido es que se resuelva ya el expediente sancionador que se le ha abierto», apunta el regidor de Cacabelos.

Por último Sergio Álvarez no duda en cuestionarse los verdaderos motivos que empujan al interventor a solicitar su reincorporación al consistorio cacabelense «cuando todos sabemos que ha pedido su incorporación a otro municipio del Bierzo. ¿No será que pretende una incorporación, que su sustituto cese en el puesto, para a los dos días volver a ponerse de baja y volvamos a estar con el puesto de interventor sin cubrir?», sospecha el regidor de Cacabelos.